ALGUNAS POSTURAS DE YOGA DIVERTIDAS Y SEGURAS PARA NIñOS
El yoga no solo es beneficioso para los adultos; también puede ser una actividad maravillosa para los niños. Introducir a tus hijos en el mundo del yoga puede ayudarles a desarrollar habilidades motoras, mejorar su concentración y fomentar una actitud positiva hacia la vida. Además, es una forma divertida de pasar tiempo juntos en familia.
Una de las posturas más populares y fáciles para los niños es la postura del árbol. Esta postura no solo mejora el equilibrio, sino que también les enseña a concentrarse. Para hacerla, pídele a tu hijo que se pare sobre una pierna y coloque el pie de la otra pierna en el muslo interno de la pierna de apoyo. Luego, que junten las manos en posición de oración frente al pecho.
Otra postura que los niños disfrutan mucho es la postura del perro boca abajo. Esta postura fortalece los brazos y las piernas mientras estira la columna vertebral. Para realizarla, los niños deben comenzar en una posición de cuatro patas y luego levantar las caderas hacia el cielo, formando una 'V' invertida con el cuerpo.
La postura del gato y la vaca es ideal para los niños más pequeños. Esta secuencia de dos posturas ayuda a mejorar la flexibilidad de la columna y es muy fácil de realizar. Los niños deben comenzar en cuatro patas, luego arquear la espalda hacia arriba como un gato y después hundirla hacia abajo como una vaca.
La postura del guerrero es otra excelente opción. Esta postura no solo es divertida, sino que también fortalece las piernas y mejora la confianza. Para hacerla, los niños deben pararse con las piernas separadas, doblar una rodilla y estirar los brazos hacia los lados, mirando hacia adelante como un valiente guerrero.
Para un momento de relajación, la postura del niño es perfecta. Esta postura permite a los niños descansar y relajarse después de una sesión de yoga. Simplemente deben arrodillarse, sentarse sobre los talones y estirar los brazos hacia adelante, descansando la frente en el suelo.
La postura del cadáver, que es ideal para terminar la sesión. Esta postura ayuda a los niños a relajarse completamente. Solo necesitan acostarse boca arriba con los brazos y piernas ligeramente separados, cerrando los ojos y respirando profundamente.
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