El kale se convirtió en la estrella indiscutida de las verduras de hoja verde. Su popularidad se debe a las múltiples propiedades nutritivas que ofrece. ¿Querés saber por qué se transformó en la comida fit del momento? Te contamos todo sobre esta planta noble.
Originario de Asia, el kale se usaba antiguamente con fines curativos. Recién en los ‘80 empezó a cultivarse en Estados Unidos y su consumo creció entre quienes buscaban comer más sano. Hoy es tendencia gracias a su valor nutricional y versatilidad gastronómica. Pertenece a la familia de las coles, que tienen compuestos antioxidantes y antiinflamatorios.
Una porción de 150gr de kale tiene 1,6 mg de hierro, casi lo mismo que 100gr de carne. También duplica la cantidad de vitamina C de una naranja: con 200% de la dosis diaria necesaria en solo 100gr. Esta vitamina refuerza el sistema inmune, combate radicales libres y mejora la absorción del hierro.
Además, el kale es rico en calcio, potasio, vitamina K, A y antioxidantes. Contiene mucha fibra, sacia y regula el tránsito intestinal. Es bajo en calorías, tiene solo 35 Kcal cada 100gr. Ideal para dietas saludables y controles de peso.
Los nutricionistas recomiendan comer 150gr de kale 2-3 veces por semana, crudo o cocido brevemente para preservar sus propiedades. Se consigue en versión fresca o seca. Combina perfecto en ensaladas, licuados y hasta para hacer chips horneados.
Esta verdura se coronó como la más nutritiva y saludable. Probala y sumala a tu alimentación si querés maximizar tu bienestar.